jueves, 5 de abril de 2007

Tiempos modernos ("Modern Times")

Le Copernic, París

Charles Chaplin, la figura genio del cine, filmó una película insigne entre el sonido y la mudez, llevando a la pantalla la tragedia humana de la deshumanización por la irrupción de la mecanización del trabajo y la suplantación del hombre por la máquina. Su inigualable personaje, figura icónica reconocida por casi todos, parodió la demencia del sistema económico, utilizando su reconocido personaje que enloquece por la robotización de la vida. Vemos cómo el personaje suyo busca solución a este extraviado mundo: en el ballet, en la música, en el amor, en el sueño, en el inconformismo de lo convencional, queriendo no ser meramente alguien que trabaja para consumir en abundancia.

El sistema económico de este siglo XXI no ha cambiado sustancialmente, siendo el individuo aún más siervo de su trabajo, persiguiéndolo, inclusive, fuera de su lugar habitual, esclavizando su pensamiento. El ritmo frenético y agotador del mundo que nos ilustró Chaplin en su filme no ha sido sólo un fenómeno del siglo XX sino remete con más ímpetu en el siglo XXI. La fotografía que os presento representa por analogía a este mundo de Chaplin. Ella fue tomada un día cualquiera en una calle de París que podría ser cualquier otra urbe urbana. Esta imagen es fascinante antropológicamente, pues vemos un sinnúmero (para eso podemos imaginarnos a los que quedaron fuera del marco fotográfico que seguramente no son desemejantes a los enmarcados dentro de él) de individuos que aún en la calle sus ocupaciones los encapsulan fuera de la vida.