lunes, 4 de junio de 2007

07-2007 (El futuro)

Recoletos, Madrid

El adivinamiento o el presagio es plaza de los escritores y del cinema de ciencia ficción y raramente se manifiesta en otras artes. Solamente en el futuro sabremos la certitud de sus premoniciones. Esta obsesión de querer pronosticar el futuro es también dominio (pero de otra manera) de los charlatanes espiritistas, chamanes, pitonisas, brujas, astrólogos, y adivinadores del tarot, que guían a los lectores de los diarios o a radioescuchas y telespectadores; o en su caso más extremo, de asesores personales a ex presidentes en ejercicios, tales y cómo: Ronald Reagan e Isabel Perón.

Quizá nuestro artista ha querido irreverentemente asentar que la pintura del graffiti también acepta el reto de mostrarnos el futuro al rubricar con fecha adelantada su pintura. Al igual que un cheque que se cobrará a su fecha el valor. Por tanto, este artista callejero nos dice: “mi obra quizás no tenga valor hoy”, pero la deja en la magia del mañana, su valoración y aceptación. La imagen se adelanta a su futuro y se plasma mágicamente en el presente.

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