lunes, 14 de enero de 2008

El color de lo banal con lo sacro


Nueva Delhi, India


Pretender categorizar a la India desde una visión occidental es un ejercicio fútil. Una simple aproximación es quizás lo único alcanzable. Mas si hay algo con que se pudiera tipificar a tan vasto país, son sus violentos matices de colores, que impregnan absolutamente todo: a sus mujeres, a su publicidad, a sus dioses, a su música, a sus danzas, a su cine, a sus especias, a su día a día. Desde lo más banal hasta lo más sacro tan impetuosos coloridos se apoderan de nuestros sentimientos. Tenemos a los salvajes colores de un insustancial quiosco de fotografía que se agota en el tiempo (e imita a Occidente con sus aguas y Pringles), y, a los colores de las telas de un comerciante que conjuga con sus paños y guirnalda, ofrendas a su dios en su privado tabernáculo.

Etiquetas: , ,