sábado, 7 de abril de 2007

El espíritu de María Luisa de Parma

Devotas de la Basílica de san Francisco el Grande, Madrid

En 1799, o hacia esa fecha, la corte española había prohibido todo adorno de color dorado o plateado por su significado de riqueza, cuyos atuendos en estos colores hubo causado irritación en la población –pobre y hambrienta en su vasta mayoría- durante una procesión donde abundó el derroche de riqueza causando una grave afronta con la población. Para entonces reinaba la reina María Luisa de Parma. La moda imperante de la corte en la Semana Santa era el austero color negro, calcado de la moda de las clases urbanas, con finas mantillas de encajes y, ya entrado el siglo XIX, peinetas del más fino carey. Hoy, doscientos y tantos años luego, las costumbres imperan como reflejos atrapados por espejos, y el espíritu del cuadro de Goya, La reina María Luisa de Parma con mantilla*, salió del Palacio Real, viviente por las calles de Madrid.

Nota*: http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/2500.htm