martes, 10 de abril de 2007

Iconos e idolatría

calle del Nuncio, Madrid

Estamos ante una fotografía de un penitente que vive la pasión de Jesús Nazareno durante una procesión de la Semana Santa, cuya manifestación religiosa tuvo su nacimiento durante el siglo XVI, época de lasitud religiosa y de desgaste moral, época también del cisma cristiano, situación quizá influyente en el nacimiento de estas hermandades de carácter fundamentalista católico sustentadas en los principios de la Inquisición española. Estas cofradías religiosas, luego de su auge estelar durante la Inquisición resurgieron con pujanza seguidamente después de la Guerra Civil Española, formándose tantas o más cofradías que durante el siglo XVI.

La pregunta que cabe preguntarse es: ¿por qué tal resurgimiento? De esta pregunta otras surgen; tales y cómo: ¿qué similitud hubo en la España de la Inquisición y de las Cofradías con el resurgimiento de éstas durante la España de la dictadura? ¿Por qué se cubren el rostro con un capirote? ¿Qué buscan con estas manifestaciones los penitentes? ¿Son estas afirmaciones públicas de actos de fe asociada a una ideología política?

La fotografía en cuestión no nos da respuestas, pero, sí nos perturba nuestra sensibilidad al ver un hombre en pleno sufrimiento, o la de un verdugo de ojos bizcos llevando la cruz donde se ejecutará al condenado o, más bien vemos a una imagen que inquieta el espíritu del creyente que le recuerda todos sus iconos.

Y para terminar me pregunto si estas procesiones ricas en iconos e idolatría es la misma Iglesia del siglo XVI que cierra la parroquia de San Carlos de Borromeo. ¿Hemos vuelto a la Inquisición?