sábado, 22 de septiembre de 2007

Mesianismo socialista

En los alrededores de Puente Llaguno, Caracas

Es comprensible que en países donde la riqueza se estanca en un sector muy reducido del estrato social provengan cambios políticos de carácter populistas. Es también de esperar que la población busque salida a este círculo vicioso de poderes que se alterna de un partido político a otro en las agotadas democracias bipartidistas. Pero cuando un pueblo se enrumba por el sendero del totalitarismo populista, personificado por una persona a quién se le deposita la fe para la solución de la pobreza de ellos, es hora de que la gente despierte de tan ingenuo sueño. Pues si el bipartidismo no ha sido la solución esperada, lo es menos aún un partido único personificado en un cacique.

A través de la Historia del siglo reciente pasado ha habido sendos personajes autocráticos y doctrinarios a quién el pueblo les depositó su confianza; y que les defraudaron. Podría enumerar a muchos de ellos, mas los más sobresalientes, debido a sus ideologías transfronteriza, han sido, a mi juicio: Lenin, Stalin, Hitler, el Che Guevara. Ahora tenemos en el introito del siglo XXI a un nuevo personaje que levanta sueños quijotescos en el tercer mundo. Hugo Chávez Frías es el nuevo abanderado de tal herencia. Y esto es especialmente obvio cuando se ofrece a la venta callejera la imagen de este redentor mesiánico en camisetas y gorras y en todo tipo de bisutería.