Pausa de veraneo/Summer Pause/Une pause des grandes vacances

El Ávila desde el Valle Arriba, Caracas

El Ávila desde Las Mercedes, Caracas

"...imágenes paradisíacas...y la realidad conflictiva que ocultan."

Juan Calatrava y José González

Finalmente y luego de un pausado análisis de mis pensamientos y vicisitudes me enfrenté a mis añoranzas. Hice maletas y partí con una imagen íntima de la ciudad que me vio crecer y la cual correteé y dejé amores y encuentros fugaces. Ciudad donde toqué el primer balón de fútbol. Donde me enteré que la Virgen era virgen y en donde al mismo tiempo se rinde culto con fervor a la pagana diosa María Lionza. Urbe donde la guerrilla de izquierda (comunista como se le llamaba entonces) fue falsamente derrotada y en cuyo pueblo creció el mito del enfrentamiento Norte Sur. Capital en la cual un presidente corrupto se le proclamó líder del tercer mundo que a pesar de la riqueza del país suyo la pobreza brotaba como mosquitos en tiempo de verano. Regreso entonces a una ciudad en la cual se aventura nuevamente una engañosa revolución con complacencia del estamento militar y de una adinerada sociedad descompuesta moralmente que manipula las aspiraciones de un pueblo aferrado a fútiles sueños. Para este infausto menester de comprensión haré una corta pausa en este diario digital y regresaré prontamente con fantasías renovadas.

Puesta en escena

Calle de Goya, Madrid

El escaparate es una ventana singular que además de mostrarnos objetos que codician nuestros deseos es al mismo tiempo un esplendido bodegón. La representación de la naturaleza muerta en toda su ambiente desde la más pura a ser una pequeña parte de una imagen siempre ha sido un tema de atracción de pintores y fotógrafos. Recuerdo bien La última cena de Tintoretto, que aunque no era un pintor de bodegón, su representación de la mesa de Jesús con sus copas de vinos y panes, era sin duda un bodegón de una sencillez genuina dentro de su propio cuadro. Teníamos también a Cezanne quien dedicó una gran parte de su obra al bodegón. Durante el siglo XVII teníamos al poco conocido flamenco Adriaen Coorte con sus pequeñas imágenes de naturaleza muerta semejante a una imagen fotográfica. Y tenemos las fotografías de Mauro Davoli que imita aun mejor a Coorte con la realidad fotográfica. Y este escaparate exclusivo para la exposición del bacalao es una imitación real de la pintura y de la fotografía del bodegón. En fin es una puesta en escena.

Escaparate

Calle Castelló, Madrid

Los escaparates son ventanas que muestran mercancías con el objeto de acaparar la vista del viandante, teniendo cómo meta atraer la completa atención de éste, abstrayéndolo de su entorno y creándole su propio universo mental suficientemente intenso cómo para lograr que el paseante entre a la tienda a satisfacer sus imperiosos deseos imaginarios.

La multiplicidad de formas de presentar deseos dentro de un escaparate es tan variada que se requiere de importantes estudios psicológicos para mostrarlos con éxito. Hay escaparates que muestran sus productos de manera explicita yendo directamente a la necesidad del individuo. Hay otros que apelan a la incógnita mostrando en camuflaje sus mercancías. Y este es nuestro caso de tan interesante escaparate.

¿Qué nos vende este extraño maniquí? ¿A qué sensibilidad o recuerdos nos apela? ¿Nos vende muebles y objetos de decoración para el hogar o nos vende productos para el ganchillo o del ganchillo? ¿O acaso nos vende juguetes? ¿Es qué la figura de la abuela que nos vende el calor del hogar es suficientemente intensa para atraer al caminante a traspasar el umbral de la tienda? Dejo al lector la respuesta a estas interrogantes.

Fin de fiesta

En la revista Exit en su edición número cinco está dedicada a un ensayo fotográfico sobre la fiesta. En ella se realiza un excelente análisis exhaustivo por su editora, Victoria Soto, cual hace alarde de su escritura escribiendo con soltura y conocimiento sobre la cultura de la fiesta.

Podríamos decir que fiestas hay muchas, desde las más privadas a las públicas; y nada personifica una fiesta pública como la muerte, cuando se celebró en las calles de Miami la falsa muerte de Fidel Castro, o el carnaval, fiesta pagana por excelencia que se celebra semanas antes de otra fiesta, la Semana Santa, fiesta de carácter religiosa y, por tanto, antagonista por esencia del Carnaval.

Pero el Carnaval ha traspasado fronteras habiendo ahora muchas semejanzas en otras manifestaciones públicas que permiten el libertinaje, donde solamente los más conservadores se oponen a tales desenfrenos, aunque muchos de ellos mismo desean en su interior secretamente sentir tales gozos libertinos.

Nos encontramos también paradas carnavalescas cómo, el Love Parade de Berlín, que fracasó como evento espontáneo de celebración por la Paz y por el amor de la música al comercializarse como acontecimiento. También tenemos el famoso Carnaval de Río, que a pesar de ser una afirmación pública a la danza y al bacanal, ha mantenido hasta ahora el fervor de la población, aunque presenta tintes de cansancio al regimentar sus desfiles de carrozas y de música y volcar tal evento como atracción turística.

Y cómo todo, la fiesta también llega a su fin, y ahora es el turno de la celebración del Día del orgullo Gay, que finalizó con carrozas y danzas y con sueños, sueños que algún día la felicidad permanezca, tan solo si solamente haya sido durante los cuatro días de vulgar celebración; pues, como escribió Victoria Soto, “si nos lo proponemos hacemos de nuestra existencia una fiesta”, y para eso: hay que soñar mucho.

¿Nacerá un nuevo sexo?

Durante el Día del orgullo gay, Madrid

L’homme est une femme comme les autres, film francés de Jean-Jacques Zilbermann, es un título acertado para la imagen fotográfica que les presento. ¿O es así? Si analizamos la traducción de dicho título veremos que ella se traduce en: El hombre es una mujer como las otras. ¿Significaría lo mismo si fuese titulado: La mujer es un hombre como los otros? La transexualidad real es un cambio completo en el físico del cuerpo transformando el aspecto sexual anatómico para conjugarlo con el cuerpo imaginario. La hay también la transexualidad aparente cuando se modifica el cuerpo suficientemente para representar un sexo diferente al órgano sexual que se lleva consigo. Entre ambos extremos se encuentra el travesti que altera su apariencia física sexual transitoriamente por vía de comportamientos artificiosos diferentes a su género y de la ropa regresando a su estado original con extrema facilidad.

Pero volviendo a la imagen y a la pregunta inicial, ¿el hombre es una mujer cómo cualquiera o la mujer es un hombre cómo cualquier? Esta pregunta necesariamente suscita muchas otras. Por ejemplo: ¿quién la o lo seduce es homosexual o heterosexual? ¿Si se es homosexual por qué seducir a un verdadero transexual? ¿Acaso la condición de homosexual no es la atracción física y emocional hacia su mismo sexo? ¿Es la seducción a un transexual aparente por un homosexual una desviación sexual del homosexual? ¿Es que la atracción sexual a un transexual verdadero o aparente por un heterosexual masculino esconde su homosexualidad? ¿Una mujer heterosexual que sienta atracción por un transexual –no importa qué tipo- es un llamamiento lésbico? La confusión de los sexos en el siglo XXI es tan aparentemente real cómo la confusión de ideologías del siglo que acaba de nacer. ¿Nacerá entonces dentro de toda esta confusión de géneros y de avances científicos capaces de crear vida artificial y clonada un nuevo sexo?

Ficción

Jorge Luis Borges, en su prologo de Ficciones, escribió: “he preferido la escritura de notas sobre libros imaginarios.” Y esta ficción de chica latinoamericana prefirió reescribirse con notas imaginarias sobre su propio libro.

Día del orgullo gay

Recientemente leí el ensayo del psicoanalista francés Michel Schneider titulado, La confusion des sexes, donde aborda el espinado tema de la sexualidad dentro del contexto político; y muy particularmente la política sexual del socialismo europeo dentro del Estado, enfrentado a la visión política del conservadurismo, que no distingue el concepto de sexualidad del concepto de los sexos, o más bien, sí los distinguen, pero asocian la igualdad social de la sexualidad, cómo un relajamiento de la moral ciudadana. A esto le agrega una discusión de complejos temas como son: el matrimonio homosexual, la familia homoparental, la adopción por parte de parejas homosexuales, etcétera, etcétera, en fin, obliga al lector a interpretar sobre el concepto, “La familia”, enfrentado al concepto, “de la familia”, en relación a la sexualidad y no a los sexos.

Ahora bien, en España, todo este controversial tema sobre la igualdad de los sexos y de la sexualidad, que los conservadores franceses y españoles que por igual rechazan la igualdad social de la sexualidad, y en menor medida, la de los sexos, es ya ley, y por ende, la dialéctica de Schneider deberá dilucidarse dentro de la sociedad francesa; con España cómo espejo de laboratorio social. Y para festejar esta política de avance de igualdad social se celebró el pasado sábado 30 de junio, el Día del Orgullo Gay Europeo, en Madrid, con una jocosa manifestación de carrozas y música.