miércoles, 28 de marzo de 2007

Colores

Barrio de la Boca, Buenos Aires

He nacido en otro lugar también colmado de colores.
He nacido en otro lugar también de cantos populares.
He nacido en otro lugar también de bailes hermosos.
He nacido en otro lugar también cerca del puerto.
He nacido en otro lugar también de tragos criollos.
Pero no he nacido en la tierra del río que se cree mar
ni en la ciudad de las Ocampo ni de la Nora pintora.
Así como no pertenezco a la tierra de la milonga
y de Evaristo Carriego y de Bioy Casares y sus voces literatas.
Laprida 1214 nunca fue mi historia con sus esotéricos dibujos.
Ni soy de los cuchillos y pistolas del lunfardo bonaerense.
Pero no por eso dejo de sentir el sensual despecho del tango
con sus bellos poemas convertidos en cantilenas de bellos colores.

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lunes, 26 de marzo de 2007

Expresión de sumisión

San Telmo, Buenos Aires

Los sentimientos, entre ellos, el más nuestro es el de la soledad, cual se interioriza en uno llevándolo como rastra en el recorrido de la vida, sin que esa inquietud se perciba por los demás diariamente, mientras otros en su expresión exteriorizan tal sentimiento siendo sus rostros un espejo diáfano de sus sentimientos como si fuesen un “espejo humano*”.

¿Pero es la soledad lo que vemos reflejado en el reflejo de esta expresión o es tristeza? ¿Es esta fotografía un retrato o es una fotografía documentaria? Podríamos divagar sobre esta última pregunta pero esperar obtener una respuesta afirmativa para lo primero o lo segundo sería imposible, pues basta con solamente adentrarnos en la obra de August Sander o en la fotografía Migrant Mother de Dorothea Lange, para ver la difícil línea de separar la fotografía documental de la fotografía de retrato.

Mas la ambigüedad que tiene el lector de cómo leer la expresión de la mujer de Migrant Mother es altamente compleja. Lo mismo sucede con mi fotografía, especialmente, si la lectura no se aísla dentro del encuadre fotográfico y no se contextualiza con respecto a su hija que tiene a su lado, que rehúye a la cámara fotográfica (invito aquí a mis lectores a analizar minuciosamente el porqué de esta afirmación netamente visual), al igual qué sucede lo mismo en la fotografía de Lange, pues dos de sus pequeños hijos están sobre ella sollozando dando sus espaldas hacia la cámara y el tercero camuflado en harapientas ropas.

Esta madre de la Argentina contemporánea también comparte similitud con esta madre de la Depresión estadounidense, ya que las dos aprobaron la presencia de la cámara y ambas poseen la misma mirada al vacío y la misma expresión facial de sumisión a lo más triste de la vida.


* Albeto Manguel, Reading Pictures

Nota 1: enlace para la fotografía de Dorothea Lange

http://lcweb2.loc.gov/service/pnp/cph/3b40000/3b41000/3b41800/3b41800r.jpg

Nota 2: En el libro The Photograph de Graham Clarke hace referencia textual a una entrevista a Lange publicada en 1960 en Popular Photography donde ella asienta que la fotografía Migrant Mother fue realizada con anuencia de la retratada.

jueves, 22 de marzo de 2007

¿Robo o recuerdo?

Avenida Kléber en París

El invierno parisino es inusitadamente bello por sus conocidos cielos grises que aportan una límpida luz donde se regocijan los hacedores de imágenes fotográficas en blanco y negro, mas, experimentar con el color con la ya desaparecida novedad de la tecnología digital (¡ay con la inexorabilidad del tiempo!), cual por ahora nos muestra su inepcias en el blanco y negro, puede depararnos sorpresas bellas, si se tratan muellemente la nobleza de los colores mustios y el no menos delicado impacto de iluminados brillantes colores; y sobre todo, si dichos colores artificiales expuestos al público completan (o nos recuerda) visualmente el vacío del color o si por el contrario ha sido la creatividad de la publicidad (en la belleza apetecible del joven cuerpo) quién se ha robado para sí el primor del azul cielo que Tintoretto tanto ansió; y que verosímilmente hubiera podido atesorar en un frasco veneciano: tan azul como el pomo que tan sensualmente coge entre sus dedos la olfativa e insinuante modelo cuya imagen refleja lejanamente a una cierta alegoría al cuadro El verano de Tintoretto.

lunes, 19 de marzo de 2007

¿Biblioteca o espejo?

Asiento de lectura

Iba a, o más bien consideré, presentar una imagen (esto tendrá que esperar) realizada el año pasado en mi tiempo de verano durante un viaje realizado al Sur; mas, me pareció más propicio que sería útil más bien asomar una pequeña intimidad de mi entorno lugareño (¡qué más lugareño que mi sitio de lectura!), y cual me ha sido imposible capturar la totalidad de ella, pues carezco de una lente ojo de pez (para algunos fotógrafos pieza anatema en este arte), que me hubiese permitido invadir, al menos, mi pequeña biblioteca de colección de mis mil y un libros (algunos de primera edición, otros firmados, otros ejemplares únicos, y ciertos con fotografías de ediciones limitadas) que versan sobre: fotografía, arte, poesía, literatura española e hispanoamericana.

Asomando esta intimidad mía lo hago concientemente pues creo que los lectores aprovecharán más de mis escritos e imágenes fotográficas al conocer un poco más sobre mí que lo que reflejo en ellos, pues aunque el espejo refleja esa realidad física que llevamos y sentimos en nuestro interior, es la lente fotográfica -lo más semejante a ese maravilloso espejo de cristal veneciano (a pesar de ser plano)- cual logra capturar esa imagen en el tiempo, al dejarla plasmada en el sensor digital (su permanencia hasta ahora es dudosa en el tiempo) o en el celuloide fotográfico (cual no cabe dudas sobre su longevidad).

Y mientras discurro sobre la permanencia aprovecho de felicitar en su mes al insigne escritor Don Francisco Ayala por sus lucidos 101 cumpleaños y sus legados escritos, cuales: “El jardín de las delicias” y “Recuerdos y olvidos”, han sido unos de los tantos libros que han marcado huella en mi inquietud literaria y cuya obra permanecerá en nosotros todos los amantes de la literatura.

sábado, 17 de marzo de 2007

¿Intruso?

Viaducto de Millau, Francia

Dentro de mis constantes recorridos en carretera por esta Europa en la cual vivo desde hace ya más de una década y que ahora la siento como mía propia, me ha permitido de recorrerla casi en su amplitud y permanecer en sus pueblos y ciudades por más tiempo que un mismo viajero se pueda otorgar. En ella me encuentro diversidades de culturas y lenguas, mas al pasar del tiempo, esta Europa unida poco a poco sus ciudades se globalizan, y es en este aspecto donde la arquitectura ha tenido un énfasis especial en este cambio singular.

A veces sus mismo habitantes no toman conciencia de ello (solo basta con recordar las siguientes palabras de Stefan Zweig: “…la historia niega a los contemporáneos la posibilidad de conocer en sus inicios los grandes movimientos que determinan su época.”) mas cuando el impacto de un diseño arquitectónico llega a los confines de un país o a un poblado apartado de la civilización urbana, y cuando este diseño es de un arquitecto extranjero, la huella es de notable duración en el tiempo, pues no solamente impacta a sus moradores visualmente, sino además los acerca a ese lejano y foráneo mundo que ven por televisión perdiendo ellos mismos un poco su condición de parroquianos.

Viaducto de Millau, Francia

Por otro lado, la estética del paisaje natural es indudablemente modificada. No entraré a divagar sobre el impacto de esta intromisión visual en la naturaleza: dejaré que la imagen de este viaducto de Millau se exprese por si mismo y recordar que fue allí donde José Bové, el celebre anti mundialista francés, se opuso con violencia a la apertura de un icono de la globalización: el restaurante de comida basura McDonald’s; mientras el inglés Norman Foster sigilosamente refinaba su diseño de dicho viaducto para este poblado francés de escasos 22.000 habitantes.

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Contemplación

Eclipse Total Lunar. Madrid

La noche del 3 de marzo ocurrió un suceso maravilloso (aún en este siglo XXI se puede uno maravillar a pesar de todas sus irreverentes revelaciones científicas) que observé en la penumbra del oscuro cielo con sus brillantes constelaciones de estrellas y la esplendidez de su luna llena, sucedió lo inevitable, lo programado: la luna perdió su brillo con pronta lentitud, transformándose en una blancura de blanco arena vislumbrándose de una sola vez en tres dimensiones (como si fuera “instantes distintos” –como escribió Borges en su prólogo de “La historia de la eternidad” ), y la cual pendía en la nada, tornándose en minutos de una hora de un rojizo color granate; asumiéndome en una silenciosa y perpleja contemplación del vasto espacio infinito.

Este inusual eclipse que no abandonará mis recuerdos ni mis sentimientos de soledad universal es lo que he tratado de capturar con mi cámara fotográfica digital. Confieso que soy nuevo en esta novedad instantánea digital (ni mis polaroides son tan instantáneamente expeditas) y que contrasto con la bella lentitud de la película y la oscuridad del laboratorio fotográfico, su olor de químicos y el correr del agua, el surgir ante uno finalmente la magia de la imagen fotográfica en un papel mojado; aún así, no por eso dejo de admirar esa irreal imagen manipulable al extremo que se postra ante el frío monitor del ordenador, el cual no me es menos deslumbrante que el agua donde se devela la fotografía que se impronta de un negativo.

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domingo, 11 de marzo de 2007

Los crepúsculos de la imaginación

La dificultad de enfrentarme ante una página en blanco que voy a rellenar por primera vez con mis pensamientos e imágenes, que será, así espero, leída en primera instancia por mis amigos y colegas, y que luego dentro de mi deseo está, que el tiempo permita que esta primera página virtual (y las que les seguirá) sean vistas, no solamente por ellos (aunque solamente por este hecho me sentiré halagado por tanta amabilidad), sino también, por los amantes de la fotografía y por lectores avezados en literatura, por esos raros viajeros de hoy en un mundo pleno de turistas, por los que se dejan seducir en la poesía de la vida, y por todos aquéllos donde el Arte es la esencia espiritual de sus sueños y de su vigilia. Es a ellos a quiénes les dedico esta página de encuentros.