lunes, 29 de octubre de 2007

El llanto no es ficción



“Mi madre habla muchas veces de cuando estuvo presa. Mi hermana Norah también estuvo presa durante el peronismo, y nos mandó decir que estaba encantada con la cárcel, que tenía baldosas blancas y negras, que era lindísima. Nos habló tan bien de la cárcel que todos la imaginamos mucho peor de lo que era.” Jorge Luis Borges


Al fondo hay un edificio (conocido como el Helicoide) aparentemente deshabitado que esparce temor en la población su sola mención. Tortura, ajustes de cuentas por parte de los servicios de inteligencia y seguridad del Estado, asesinatos de opositores políticos, desaparecidos en el tiempo, todo esto y más puede hacernos pensar que son eventos de un relato de ficción, pero ciertamente ha sido una cárcel a voz baja temida por el pueblo, que sus accidentales moradores llevados allí sin sus consentimientos podían ver desde lejos un cementerio donde reposarían los más afortunados. Terrorismo de Estado y privación indebida de la libertad y de la vida. Un mano a mano reprochable por su injusticia e inhumanidad. Y mientras esta reprendida práctica se le permita a gobiernos el llanto de los que quedan es ineludible. Y esto no es ficción.

jueves, 25 de octubre de 2007

Paciencia y confusión

Calle La providencia, Los Carmenes

lunes, 22 de octubre de 2007

La justicia del vencedor

Por un lugar de Caracas

En España se discute la transcendencia de lo que se conoce como la ley de la memoria histórica. Hoy en la mañana en el programa televisivo Los desayunos en TVE se encontraban dos cansados personajes de la época, por tanto, ciertamente más próxima a ella que nosotros los televidentes, que debatían sobre la importancia de la segunda república y de la infeliz o feliz experiencia de ésta ley en la historia de la democracia española, y de su relación con la corona española actual. Uno, Manuel Fraga, argumentaba del fracaso de la república, el otro, Santiago Carrillo, argumentaba que tal fracaso no existió, sino que las rebeliones militares que consumió finalmente con el golpe de Estado a la segunda república que dio origen a la Guerra Civil fue la causa de la fallida noble causa democrática. Fraga abogaba por la permanencia de la institución monárquica mientras Carrillo daba gracias al Rey por haber ayudado en la transición democrática de España.

En Venezuela el fallido golpe de Estado de abril del 2002 propiciado por la oligarquía reinante y de un amplio (más no mayoritario) sector de la población venezolana dejó una huella imborrable en las emociones del presidente del país y de sus huestes. Hay un antes y un después de este evento singular en la autodenominada Revolución Bolivariana. Antes en la nación de todos flotaban los deseos de adecentar al país. El después que surge de los vencedores es una replica lacerante hacia los caídos. En España el después se tradujo en la caída de la segunda república con la ensangrentada victoria de la justicia del fascismo franquista que dejó sus secuelas dogmáticas aun luego de la muerte del Caudillo al imponer su voluntad política no republicana.

En Venezuela las consecuencias sociales y políticas no son disímiles. El vencedor esparce su justicia y una voluntad política poco democrática. Venezuela incansablemente tendrá que esperar la muerte política de su actual caudillo para realizar su transición política de plenas libertades y hacer su memoria histórica. ¡Viva la República! En eso tenía razón Simón Bolívar.

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viernes, 19 de octubre de 2007

Mercadotécnica revolucionaria II


Esquina Chimborazo, Caracas

Avenida Este, Caracas

Tenemos a una sonrisa carismática y a una empatía fisonómica de un político con su gente. Tenemos el encanto de la bandera que apela a emociones primigenias que al añadírsela estrellas como velas de cumpleaños y por la gracia del caudillo, engancha a un pueblo entero ávido de reconocimiento. Tenemos entonces el éxito mercadotécnico de un iluminado que secuestra a toda una nación. Tenemos para unos su salvador y para otros una experiencia atormentadora. Tenemos el fortalecimiento de un pueblo por una ideología y la involución de sus libertades al ritmo del ciempiés. Tenemos evidentemente ocho años de confusión.

lunes, 15 de octubre de 2007

Mercadotécnica revolucionaria I


Avenida Sucre, Caracas


El movimiento político bolivariano salido de las confusas ideas de las lecturas del pensamiento de Bolívar y engendrado por oficiales militares de bajo rango y de soñolienta intelectualidad y con ideologías desfasadas en el tiempo, ha hecho, a pesar de eso, sentir su peso dogmático en un dilatado sector de la sociedad venezolana. Y como cualquier basto detergente utiliza eficientemente el aspecto visual de la mercadotecnia para excitar su ideología militante.

Este movimiento de impronta revolucionaria ha desarrollado sus ideas plasmándolas en la sociedad civil y militar, algunas laudables, como el haber volteado su mirada al Sur* en busca de la integración de las naciones Sudamericanas, otras, ambiguas en su concepto y de dudoso resultado en la resolución de los problemas a los cuales se aplicaron –Misión Ribas**, por ejemplo- , y entre otras, la más singularmente importante, el dominio ideológico. En estas fotografías os muestro una serie de imágenes con publicidad política de calle utilizada recientemente por la revolución chavista para ganarse las emociones de una población, cual ha permanecido en la eterna esperanza de recibir soluciones a su singular pobreza, que es vergüenza en un rico país.

Nota*: http://www.elpais.com/articulo/internacional/paises/fundan/Banco/Sur/elpepuint/20071010elpepiint_11/Tes

Nota**: http://www.misionribas.gov.ve/

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viernes, 12 de octubre de 2007

En desplazamiento

Las Mercedes, Caracas

martes, 9 de octubre de 2007

Cultura y religión

Museo de Bellas Artes, Caracas

Iglesia rumana, Caracas

sábado, 6 de octubre de 2007

Eso no lo perdono

Teatro Junín, Caracas

“…ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo…” Jorge Luis Borges

La palabra imaginación entrevé surtidas definiciones y comprensiones. No es ocurrencia que mi blog lleve como parte de su título dicha palabra. Al observar la palabra imaginación en este afiche colgado en el Teatro Junín me trajo inmediatas rememoraciones de mi niñez. Cuando asistía a sus sesiones vespertinas de cine continuado de películas del Santo El Enmascarado de Plata y de Cantinflas. Películas nacionales no había. Total mi imaginación de niño transcurrió en lo foráneo. En sus alrededores compraba comiquitas (cómic) y barajitas (cromo), cucas y golosinas (chupetas -pirulí- de variados colores –a mí me gustaba la roja- en forma de punta de lanza que al chuparlas me encontraba, a pesar de mi afán de desenvolver con eficiencia el transparente envoltorio, quedaba todavía parte de éste adosado a su azucarado cuerpo). Pero estas románticas evocaciones son disgustos a mi memoria histórica. Pues al ver el edificio derruido sin seña alguna de su rehabilitación me desvanece mi imaginación de mis gratos recuerdos. Y eso no lo perdono.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Historia de lo que no fue

Tumba de Simón Bolívar

Cenotafio de Guaicaipuro

El romance de Astrea y Celadón, el último film de Eric Rohmer, es de una hermosura singular, que trata espléndidamente el amor, la lealtad a sí mismo, la belleza del cuerpo y del alma. Es un filme inspirado en la legendaria novela del siglo XVII de Honoré d’Urfé. Esta película fue un punto de inflexión en el recuerdo de mi reciente visita al Panteón Nacional, al evocarme vividamente dos cenotafios, uno abierto, dónde yació el cuerpo de José Antonio Sucre, y el otro, en una espera sin fin, del indigente cuerpo del Cacique Guaicaipuro; al igual que esperaba Astrea con sus plegarias recuperar el pastoril cuerpo de Celadón para ella redimir su libertad. Esta película que recrea fabulas del siglo V de ninfas y druidas son bellos extractos de la ficción de d’Urfé. Pero crear falsos ídolos patrióticos de caciques indígenas cuyos heroísmos son de dudosa realidad -y de un entonces inexistente país- es un empeño en reescribir la historia de lo que no fue, es una ingenua fabulación. Aún mayor que la que escribió José de Oviedo y Baños, creador de la ficción de Guaicaipuro.