miércoles, 30 de abril de 2008

Galopando

Rue Kleber, París

Galloping

martes, 29 de abril de 2008

Entrada prohibida

Rue Lauriston, Paris 75116

Do Not Enter

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lunes, 28 de abril de 2008

Mostaza en el bosque

Carretera N 10 de Burdeos a Bayona

Mustard in the forest

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viernes, 25 de abril de 2008

Planos geométricos

En los pasos de Mondrián

Geometrics Planes
In the footsteps of Mondrian

miércoles, 23 de abril de 2008

Ángulo curvo


En las sombras de Alexander Rodchenko

Curve Angle
In the shadows of Alexander Rodchenko

lunes, 21 de abril de 2008

Sombras solamente


Lonely shadows

sábado, 19 de abril de 2008

Zona verde


Green Zone

viernes, 18 de abril de 2008

Ilusión



Illusion

miércoles, 16 de abril de 2008

Hotel Beethoven

Avenida Beethoven, Colinas de Bello Monte, Caracas

Beethoven Hotel

No encuentro en Internet más que cinco hoteles con el nombre de Beethoven: uno en Viena y en Ámsterdam, otro en Roma y en Fráncfort del Meno; y el que nos ocupa, en Caracas. Puedo comprender el porqué se denomine a estos hoteles en estas ciudades europeas por tan renombrado genio de la música. Lo incomprendido por mí es el porqué en una ciudad suramericana enclavada muy cerca del mar Caribe denominen no solamente un hotel por tan célebre nombre sino también designar la calle donde está emplazado dicho hotel con tan ilustre nombre: esto escapa de respuestas exactas a mis divagaciones.

Quizás el hotel fue denominado por este nombre debido al nombre que lleva la calle o podría ser que su propietario sea un admirador del compositor y de raíz alemán. O quizás sea un insigne o irrelevante músico perdido en el valle de Caracas. Aún así me queda sin responder qué motivación tuvo el concejo municipal de dicha urbanización caraqueña para nombrar dicha avenida con el nombre de este compositor. ¿Con quién querían congraciarse? ¿Es acaso quién tuvo la potestad de distinguir dicha calle un melómano?

Ahora estoy muy lejos del Hotel Beethoven y tengo plazo de llegada a Caracas para finales de julio. Tengo el firme propósito de acercarme a dicho hotel y conversar con sus gerentes y propietarios para despolvar el acertijo. Mientras tanto divago en relatos propios acerca del porqué de dicho nombre y de quienes son sus huéspedes. ¡Sorpresas seguro encontraré, pues después de todo el amor es cosas de hoteles!

martes, 15 de abril de 2008

Confesionario


Confessional

Los hay de 287€, es decir, pret a porter, ¡claro! son de escasa atracción, éste (el que vemos en la fotografía), por su emplazamiento está evidentemente fabricado a la medida. Hasta en materia de Dios se observa la diferenciación del dinero. Pero no es este el tema que deseo abordar, sino el acto de confesión en sí mismo y su significado.

¿Qué impulsa a la gente a soltar sus secretos ante un desconocido? ¿O ante su confesor como en tiempos pasados cuando la Iglesia con sus preceptos dominaban la vida de los feligreses? Confieso que no me confieso ante nadie y menos ante mi mujer durante un embate de celos. (Sería extremamente peligroso.) Sobre la confesión en un confesionario no tengo recolección de cuándo fue la última vez que había expiado mis pecados ante un sacerdote. Mi vaga memoria recuerda cuándo hube pasado por tal penuria había olvidado el Credo y por tanto balbuceaba ante el cura tal oración haciendo énfasis en Amén. Así me aseguraba el perdón del sacerdote, pues recuerdo todavía no había sentido en mi mano la frondosidad del sexo de la mujer, que yacía para entonces en mi imaginación y en el disfrute de la soledad de mi avaricia sexual, por el cual recibí la reprenda del cura y su absolución y la penitencia de 7 Padres Nuestros y 3 Credos.

Pero el acto de confesión es algo que va más allá del hecho de recibir el perdón de Dios por los pecados cometidos. Es la necesidad de sentirse reconfortado y es la búsqueda a soluciones de índole personal. Es también un suspiro temporal a la economía individual cuando en programas televisivos (como el de Jerry Springer) se presentan a personas (que han cobrado un forfait) exponiendo sus agobios y desviaciones morales y sexuales que los espectadores voyeur se sienten apaciguados al comprobar que las penurias suyas son de escasa relevancia. Esto es un acto de confesión pública. Al igual que los chateos por Internet o portales como www.dailyconfession.com.

Existe también las confesiones compulsivas durante actos de torturas o confesiones extraídas por la habilidad policial. Finalmente llegamos a las confesiones médicas. Estas son la calamidad humana pues pagan para contar sus tribulaciones y pesadillas, para ser oídos y obtener la esperanza de encontrar respuestas a problemas que no tienen solución; salvo en soluciones químicas, entretanto se consuma las pastillas recetadas por el psiquiatra.

Nos queda aún el confesionario celestial con sus cortinas y rejillas que tienen como función evitar la intimación entre el confesado y el confesor. Sirve también para camuflar la identidad del confesado que expía sus pecados y obtiene el perdón de Dios sin revelar su identidad. Todo eficientemente muy aséptico y muy mágico. Y mejor todavía si el confesionario es manufacturado a la medida con reclinatorios mullidos. Confieso me gusta la comodidad. Hasta aquí llega mi confesión.

viernes, 11 de abril de 2008

Iglesia de Santa Teresa de Jesús

Ávila, Castilla y León

Church of Saint Teresa of Jesus

martes, 8 de abril de 2008

Santa Teresa de Jesús

Iglesia de Santa Teresa de Jesús, Ávila

Saint Teresa of Jesus

He venido y me he quedado. Así ha sido para mí España. Aunque el sentido de permanencia no es de fácil convivencia para los que la vida nos ha llevado a deambular a través de la geografía. He vivido entre las dos orillas del Atlántico y he circundado entre sus mares. Llegué cruzando una frontera inexistente a través de los Pirineos. Hacía frío matinal y divisaba, mientras subía una escarpada cuesta, las primeras escarchas de un otoño que fenecía.

Comencé a descender recorriendo el olvidado pueblo de Canfranc y su agotada estación de tren transfronterizo. Su iglesia con sus retablos barrocos iban a ser memorias que perdurarían en mí. Seguía camino a Madrid y, a medida que me adentraba tierra adentro y hacía pausa en pueblos y en sus iglesias, percibía una pertenencia a esta cultura. La lengua es importante para el arraigo. La plaza central de los pueblos españoles indican vida. Allí se congregan sus habitantes en las tardes para merodear sus tiendas y hacer tertulia. A las 18 y 19 horas se escucha irremediablemente el campaneo de las campanas de las iglesias.

Dos años han pasado desde ese recorrido y un año desde que España no se ha separado de mi llegada. Mis paseos por los pueblos de Castilla y León y Castilla-La Mancha y más recientemente por Extremadura han sido reveladores. La fe cristiana y su omnipresencia en comarcas y pueblos e inverosímilmente en la misma Madrid tan vanguardista ha marcado en mí un cambio radical en concebir a España.

Me encuentro en Ávila ciudad medieval que guarda celosamente la muralla que la protegía contra los depredadores medievales y musulmanes que en su tiempo habían destruido con afán. Allí voy en busca de la iglesia de Santa Teresa de Jesús y del convento de la Orden de las Carmelitas Descalzas. Ávila tiene otras iglesias de mayor prestigio arquitectónico pero prestigio histórico ninguno como esta iglesia edificada sobre la casa natal de Santa Teresa de Jesús. Esta iglesia es España. Así es España. Culta y religiosa y guardadora de su memoria histórica. Y además vanguardista en lo social. Tengo tarea pendiente para comprender tan osada y compleja cultura.

lunes, 7 de abril de 2008

Cruz

Comarca de Jerte, Extremadura

Cross

Javier Marías escribió ayer domingo en El País Semanal: “Me han convencido. La Semana Santa española es un espectáculo inigualable.” Esta aseveración es extensible a la cotidianidad de los pueblos españoles que son espectáculos sublimes de efigies religiosas. La prensa española está plagada diariamente de noticias sobre y de la Iglesia. Inclusive hay periódicos como el ABC que trae consigo un encarte semanal de la Iglesia Católica. No siempre las noticias son apologías a la Iglesia. Por ejemplo, en la edición de El País de ayer domingo traía consigo la siguiente noticia: “El obispado de Ciudad real obliga a una cofradía a expulsar una lesbiana”. El periódico La Razón, prensa que cohabita muy de cerca con los poderes fácticos religiosos católicos y voz no oficial pero de hecho portavoz de la derecha política, tiene una sección diaria sobre la religión. Y en su portal de Internet, es un periódico virtual. La orientación católica de este periódico se desborda inconvenientemente hacia el arcaísmo del nacionalcatolicismo.

No todos los pueblos de España otean cruces católicas de tamaños afines a estadios de fútbol como ven aquí. Pero aun así sus iglesias pueden tener dimensiones majestuosas que enfatizan la honda raíz cristiana de la cultura española; tradiciones para gritar: “¡Guapa, guapa! cuando pasa la Virgen o fotografiar a efigies de Jesucristo durante las procesiones de Semana Santa o fiestas de júbilo durante las efemérides santorales. Todo este complejo entramado de iconografías, de iglesias, de tradiciones ancestrales públicas religiosas, sirve para mantener férreamente el destino cultural de un país al servicio de una religión.

viernes, 4 de abril de 2008

Música extrema nº 83

Jerte, Extremadura

Extreme Music Nº 83

jueves, 3 de abril de 2008

El entretiempo

Puerto de Tornavacas, España

In-between Season

669-900-253 marqué con insistencia durante varios días hasta que me respondió una simpática voz con “diga” y yo le dije, “hola”, al mismo momento que continué diciéndole mi nombre y preguntándole cómo estaban los cerezos y si todavía estaban en flor. Ella, con una indudable sonrisa que percibía a través del auricular, me empezó a explicarme que la floración estaba en su punto y que debía apresurarme, pues el asunto de la naturaleza es impredecible. Me explicó que el intempestivo viento podía llegar con fuerzas y arrastrar al primor de los cerezos consigo; y además el tiempo con su inasible propiedad no interrumpe su avance llevándose a la efímera belleza a morir sin recurso posible.

Eran las 7 de la mañana cuando avizoraba la carretera A6 que me llevaría a Extremadura. Comencé a subir por ella y traspaso el largo túnel Guadarrama en el puerto de Navacerrada. Al final del túnel la temperatura había descendido a 2º C y la mañana estaba límpida y la carretera aún conservaba la usual soledad de un lunes por la mañana. Por manifestación propia giré el disco de mi iPod hasta dar con Monday Monday de The Mamas & The Papas y Donde Donde de los Darts. Era entrañable la melodía que salía de las bocinas de mi camioneta.

Dieron la 10 y 15 minutos de la mañana cuando vi por primera vez el esplendor de la nieve en copos que salían de las ramas del cerezo. El valle entero de Jerte se colmaba de esta suerte de la naturaleza. Comencé a bajar por la sinuosa carretera hasta adentrarme en pequeñas rutas comarcales hasta cegarme la vista por el exceso de la blancura de la flor del cerezo. Pero antes de descender paso por el puerto de Tornavacas. Allí el termómetro medía 4ºC. La vegetación seguía todavía vestida de invierno a pesar que la floración del cerezo indicaba lo contrario. Era cuestión de tiempo que las ramas se cubrieran de hojas para proteger su corteza y alimentarse para invernar en el próximo lejano invierno. Me llevo entonces el recuerdo del entretiempo; de mi particular entretiempo.

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miércoles, 2 de abril de 2008

Invierno en primavera

Tornavacas, España

Winter in Spring

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martes, 1 de abril de 2008

Cerezo en flor




Tornavacas, España

Cherry Blossom

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