sábado, 28 de abril de 2007

La sugestión de lo invisible

Autorretrato, París

Aprender a ver es descubrir y aprenderse a verse es descubrirse y el autorretrato es el ejercicio que el artista utiliza para conocerse a sí mismo. A través de la historia tenemos grandes artistas que se han pintado así mismos: Rembrandt, Velázquez, Manet, entre otros. La fotografía no escapa del artista en la utilización del autorretrato. Los grandes maestros de la fotografía como Edward Steichen, quien se autorretrató brillantemente en sus conocidas obras: Portrait of a Young Man y en With Photographic Parapharnelia*; y la autentica Cindi Sherman que se rehace en cada autorretrato, son los mejores ejemplos.

Confieso que el autorretrato es algo que trabajo con incierta intensidad y podría decir que cada una de mis fotografías son autorretratos pues son imágenes que reflejan mi ser en el momento cuando las he realizado. Mi fotografía, “Biblioteca o espejo”* es sin duda un autorretrato; no disimilar al autorretrato de Vermeer en L’atelier*, con respecto a que juego con la apariencia y la ilusión de un autorretrato: la sugestión de lo invisible. En todo autorretrato la relación del modelo vis a vis el artista se encuentra perturbado puesto que los dos se fundan entre sí: mientras el fotógrafo se fotografía a sí y el modelo se ve a sí mismo mientras él mismo se fotografía: es una relación infinita e inacabada que no termina nunca. Y el autorretrato que les presento es una versión más de mí que reflejó mis angustias existenciales mientras disparaba el obturador de mi cámara el 15 de abril a las 17 horas.

Notas:
http://www.craigcamera.com/steichen_photog.htm
http://fotografiaypoesia.blogspot.com/2007_03_01_archive.html
http://koktejl.czech-press.cz/preview/2002/04/p200204MK066.JPG

martes, 24 de abril de 2007

Solución (al estilo parisino)

parada de autobús Kléber-Boissière, París

Francia se despertó el lunes por la mañana en plena encrucijada social y política. Ella podría conducirla a ser nuevamente una sociedad vanguardista y humanitaria y artística donde el individuo antecede a las empresas y a sus dineros o, se embarca en el derrotero del neoconservadurismo excluyente y abrasivo y amargado; eligiendo a un candidato que ha sido responsable directo de los motines en los barrios periféricos de las grandes aglomeraciones urbanas por su discurso insultante* contra jóvenes franceses excluidos económicamente de las bondades de la sociedad francesa. Muy pronto sabremos por quién se decantará la Francia en la segunda vuelta electoral. Aun así, quién resulte electo tendrá que resolver entre otros problemas –exclusión social, racismo, burocracia esclerótica, pobreza, creación de empleos- el problema de los sin techos, o de lo contrario, la República deberá construir más paradas de autobuses como solución de viviendas.

Enlaces*

http://www.youtube.com/watch?v=Bs2TiewZWXI

http://www.lemonde.fr/cgi-bin/ACHATS/acheter.cgi?offre=ARCHIVES&type_item=ART_ARCH_30J&objet_id=922507

sábado, 21 de abril de 2007

Oferta presidencial (entre el coche y la bicicleta)

rue Paul Valéry, París

La globalización y la fuerza del mercado es un reto que algunos estados asumen con responsabilidad y que muchos de sus ciudadanos rechazan al no aceptar la sumisión por la fuerza de los poderosos a un proceso que ha creado tanto riqueza como pobreza. Otros desconocen las secuelas de esta ideología y otros conocen sus efectos desestabilizadores en la sociedad. Por otro lado, la variedad de productos que nos ofrece la globalización son los beneficios de este proceso; y la política no es ajena a este asunto. Francia supuestamente bastión del rechazo a un proceso ciego de la globalización y del mercado es donde la política acoge con brazos abiertos sus bondades (la democratización de la oferta) al ofertar -entre el coche y la bicicleta- una profusión de candidatos presidenciales para la elección presidencial de mañana domingo 22 de abril.

12 es el número de candidatos y 12 sus diferentes ofertas; cuales van desde el sentido común del partido centrista y de la izquierda moderada, hasta de ofertas ecologistas y de los candidatos de la extrema derecha que repudian la inmigración abiertamente, a otro (que mimetiza a los neoconservadores estadounidenses y a su líder llevando inclusive botas y pantalones de vaquero montado sobre un caballo*) venido de la misma inmigración (y que prefiere no hablar sobre esto) y que se opone a ella con un discurso sigilosamente asertivo exaltando las pasiones nacionalistas, utilizando los símbolos de la bandera y de la tierra y del himno para hacerse ver más francés que los otros mismos franceses.

Nota*
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/04/20/AR2007042002311.html?hpid=topnews

miércoles, 18 de abril de 2007

El hombre empequeñece

París, Francia

La feminidad y la belleza corporal femenina se mimetiza en el sexo masculino con sugestiva pujanza. La cultura de la belleza perpetuamente primordial en toda cultura cambia y evoluciona con el tiempo, a veces con prudencia y otras veces con saltos estremecedores y de vaivenes. No hace mucho la belleza masculina fue una varonilmente discreta y varonilmente violenta; ahora dicha belleza y sus tratamientos son elementos masculinos y femeninos que se funden entre ellos confundiendo al observador. Cabe preguntarse, ¿cuál es el concepto de la belleza masculina contemporánea que predomina: la homosexual, la heterosexual, la afrodita, o la narcisista? (Sobre la belleza femenina occidental parece hay consenso y no está lejos de la mujer del afiche: mujer de contornos finos, blanca, de busto sensual, ni muy grandes ni pequeños, rubia generalmente, semblanza angelical, ojos claros: Kate Moss representa tal codiciada belleza.) ¿O es que podemos afirmar que tal confusión de valoración estética sobre la masculinidad es análogo al desorientado macho en lo que se avecina será el siglo de la mujer donde el hombre empequeñece?

lunes, 16 de abril de 2007

24 horas

José Ortega y Gasset, Madrid

Lo absurdo, lo intolerable, son situaciones creadas por gobiernos e instituciones que reconocemos con certeza su contenido real: mezquindades que pretenden usufructuar nuestra privacidad y controlar nuestras vidas. Me pregunto entonces, ¿hasta dónde hemos permitido el allanamiento voraz de nuestra cotidianidad aduciendo alegatos infundados sobre la preocupación por el cuidado de nuestra eventual seguridad personal? ¿Es que nuestra escasa tolerancia a vivir con los riesgos de la libertad nos han convertido en una sociedad oprimida (dystopian) que permitimos con tolerancia nos vigilen sin causa alguna las 24 horas del día por videocámaras robotizadas aunque paradójicamente no haya muchas veces nadie a quién vigilar pues hemos sido consumidos por la videocámara?

viernes, 13 de abril de 2007

Lorenzo y Pepita

por las calles de Buenos Aires

Dagwood (“Lorenzo”) es el personaje inolvidable (y mimético) de la serie del cómic de Chic Young, “Lorenzo y Pepita” (Blondie), –cuyo título es más igualitario en español- se replicó modernamente en las calles de Buenos Aires por la fuerza del entonces mal tiempo económico (al igual que Blondie que fue concebido durante la Depresión estadounidense) y con la memoria de nuestras imágenes, así como lo hizo también en Two Paintings: Dagwood Roy Lichtenstein, obra que realizó en una época en donde se sentó las bases de un sistema económico que ha creado la mayor desigualdad de riqueza jamás conocida en la Historia; y nada más icónico que nuestro héroe Lorenzo Parachoques, personaje desheredado por su familia, fríos y taciturnos expoliadores de riqueza, que lucha por la felicidad suya y la de los suyos; así sea vanamente en los tebeos o en los actores de calle, en el lienzo o en la imagen fotográfica.

http://www.image-duplicator.com/main.php?decade=80&year=84&work_id=3707&PHPSESSID=033121f5b5413f239cc441f9a76181eb

martes, 10 de abril de 2007

Iconos e idolatría

calle del Nuncio, Madrid

Estamos ante una fotografía de un penitente que vive la pasión de Jesús Nazareno durante una procesión de la Semana Santa, cuya manifestación religiosa tuvo su nacimiento durante el siglo XVI, época de lasitud religiosa y de desgaste moral, época también del cisma cristiano, situación quizá influyente en el nacimiento de estas hermandades de carácter fundamentalista católico sustentadas en los principios de la Inquisición española. Estas cofradías religiosas, luego de su auge estelar durante la Inquisición resurgieron con pujanza seguidamente después de la Guerra Civil Española, formándose tantas o más cofradías que durante el siglo XVI.

La pregunta que cabe preguntarse es: ¿por qué tal resurgimiento? De esta pregunta otras surgen; tales y cómo: ¿qué similitud hubo en la España de la Inquisición y de las Cofradías con el resurgimiento de éstas durante la España de la dictadura? ¿Por qué se cubren el rostro con un capirote? ¿Qué buscan con estas manifestaciones los penitentes? ¿Son estas afirmaciones públicas de actos de fe asociada a una ideología política?

La fotografía en cuestión no nos da respuestas, pero, sí nos perturba nuestra sensibilidad al ver un hombre en pleno sufrimiento, o la de un verdugo de ojos bizcos llevando la cruz donde se ejecutará al condenado o, más bien vemos a una imagen que inquieta el espíritu del creyente que le recuerda todos sus iconos.

Y para terminar me pregunto si estas procesiones ricas en iconos e idolatría es la misma Iglesia del siglo XVI que cierra la parroquia de San Carlos de Borromeo. ¿Hemos vuelto a la Inquisición?

sábado, 7 de abril de 2007

El espíritu de María Luisa de Parma

Devotas de la Basílica de san Francisco el Grande, Madrid

En 1799, o hacia esa fecha, la corte española había prohibido todo adorno de color dorado o plateado por su significado de riqueza, cuyos atuendos en estos colores hubo causado irritación en la población –pobre y hambrienta en su vasta mayoría- durante una procesión donde abundó el derroche de riqueza causando una grave afronta con la población. Para entonces reinaba la reina María Luisa de Parma. La moda imperante de la corte en la Semana Santa era el austero color negro, calcado de la moda de las clases urbanas, con finas mantillas de encajes y, ya entrado el siglo XIX, peinetas del más fino carey. Hoy, doscientos y tantos años luego, las costumbres imperan como reflejos atrapados por espejos, y el espíritu del cuadro de Goya, La reina María Luisa de Parma con mantilla*, salió del Palacio Real, viviente por las calles de Madrid.

Nota*: http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/2500.htm

jueves, 5 de abril de 2007

Tiempos modernos ("Modern Times")

Le Copernic, París

Charles Chaplin, la figura genio del cine, filmó una película insigne entre el sonido y la mudez, llevando a la pantalla la tragedia humana de la deshumanización por la irrupción de la mecanización del trabajo y la suplantación del hombre por la máquina. Su inigualable personaje, figura icónica reconocida por casi todos, parodió la demencia del sistema económico, utilizando su reconocido personaje que enloquece por la robotización de la vida. Vemos cómo el personaje suyo busca solución a este extraviado mundo: en el ballet, en la música, en el amor, en el sueño, en el inconformismo de lo convencional, queriendo no ser meramente alguien que trabaja para consumir en abundancia.

El sistema económico de este siglo XXI no ha cambiado sustancialmente, siendo el individuo aún más siervo de su trabajo, persiguiéndolo, inclusive, fuera de su lugar habitual, esclavizando su pensamiento. El ritmo frenético y agotador del mundo que nos ilustró Chaplin en su filme no ha sido sólo un fenómeno del siglo XX sino remete con más ímpetu en el siglo XXI. La fotografía que os presento representa por analogía a este mundo de Chaplin. Ella fue tomada un día cualquiera en una calle de París que podría ser cualquier otra urbe urbana. Esta imagen es fascinante antropológicamente, pues vemos un sinnúmero (para eso podemos imaginarnos a los que quedaron fuera del marco fotográfico que seguramente no son desemejantes a los enmarcados dentro de él) de individuos que aún en la calle sus ocupaciones los encapsulan fuera de la vida.

martes, 3 de abril de 2007

Creación de fabulas

Jardines del descubrimiento, Madrid

Anteayer (1 de abril) leí un ilustrado y perceptivo artículo de José Vidal-Beneyto en el diario El País de España sobre la derechización del mundo. Ha sido este artículo lo que me ha hecho recordar sobre una fotografía en particular que había tomado recientemente (hace dos meses) en una de estas tantas obsesivas manifestaciones callejeras de esta ideología política.

Es la utilización de imágenes como creación de fabulas o la evocación de ellas en la lectura o en manifestaciones (de toda índole), donde yace mi interés de estos procesos políticos autoritarios de corte nacionalistas. La fotografía espontánea (volée) documental que les presento aquí supera a la imaginación propagandística: vemos en ella un significador potente de una imagen de un trabajador, limpio y recién afeitado, con camisa abierta y mangas remangadas, entonando el himno nacional acompañado de su inocente risueño hijo, donde ambos portan el símbolo patrio que les alegra y esgrime descontento ante quienes no piensan como ellos.

domingo, 1 de abril de 2007

El gato pidió dos más

Barrio de la boca, Buenos Aires

Azar
Vida
Pecados
Virtudes
Roma
Mares
Música
Direcciones
Jesús en la cruz
Gato
Cielos islámicos
Arco Iris
¿Cuánto más le pedimos al siete? (En ingles el gato ya pidió dos más.)